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El domingo 29 de junio, en Quintanar de la Orden seguían con las celebraciones en honor a San Juan.
Por la mañana se llevaba a cabo una paella con precios populares amenizada por “Sonido Puntero”. El dinero recaudado irá destinado para el arreglo del techo de la Ermita.
Y, ya por la tarde, se celebraba la procesión en honor a San Juan. Una cita cargada de simbolismo y tradición que, desde 1992, mantiene viva la devoción de los quintanareños hacia su Santo.
La procesión partía, como es habitual, desde la Ermita de San Juan. Los miembros de la Hermandad, acompañados por los sones de la Unión Musical Quintanareña, acompañaban la imagen del Santo en un emotivo recorrido por las calles del municipio hasta llegar a la parroquia Santiago de la Espada.
Allí se vivió uno de los momentos más esperados de la jornada: el acto de la conversión del moro. En un diálogo poético entre un cristiano y un moro, se representó simbólicamente el paso a la fe cristiana. Tras un emotivo intercambio de palabras, el moro se arrodilló ante el cristiano, quien le acogió diciendo: “Ya eres cristiano y hermano”. Ambos se fundían en un abrazo y, el público estalló en aplausos mientras la música de la UMQ llenaba el templo.
Entre los asistentes al acto se encontraban Paco Luján, Concejal de Economía y Gema Sierra, Concejal de Gestión de Espacios y Compras.
Antes de finalizar, la Hermandad realizó una ofrenda ante el Párroco de la localidad, D. Ángel Manuel Salazar, destinada a las Hermanas Trinitarias, con productos de la tierra y una aportación económica. El párroco agradeció el gesto y destacaba que “la representación de la conversión habla de los datos fundamentales de la fe”.
El cortejo regresó a la Ermita, donde vecinos y participantes pudieron disfrutar de una barbacoa popular.
Un año más, Quintanar de la Orden ha demostrado que las fiestas de San Juan siguen muy presentes en el corazón del pueblo.
