Educación

La Ludoteca Colorín Colorado realiza un taller para enseñar a gestionar las emociones

El taller se ha llevado a cabo en el nuevo Centro Cultural Rosell con todas las medidas de seguridad y en él han participado chicos y chicas con edades comprendidas entre los 6 y los 10 años.

Uno de los objetivos de la puesta en marcha del Centro Cultural Rosell es ofrecer diferentes actividades y talleres para los chicos y chicas de la localidad que les permita desarrollar sus destrezas y habilidades además de ocupar el tiempo libre que tienen sobre todo ahora en verano.

Así, la Ludoteca Colorín Colorado realizó el viernes 17 de julio un taller de emociones dirigido a niños y niñas entre 6 y 10 años y que resultó todo un éxito.

Según explicaba Laura Fernández, gerente de la Ludoteca y encargada de ofrecer el taller, el objetivo principal es ayudar a los pequeños a entender sus emociones y, sobre todo, a saber gestionarlas algo que, en ocasiones, resulta muy difícil no sólo a los niños y niñas, sino también a las familias. “Identificar sentimientos y expresar emociones les va a ayudar a mejorar su autoestima y la comunicación”, apuntaba Fernández.

La actividad se ha divido en tres partes comenzando a identificar diferentes emociones y expresándolas en papel que después colgarían en el llamado “Paraguas de las Emociones”. Después, han trabajado la empatía con historias de diferentes personajes; y por último, han elaborado una manualidad, concretamente, una ruleta de la calma que les ayudará a mejorar su autocontrol y flexibilidad, a adquirir habilidades emocionales y sociales, a trabajar la planificación y aprender a respirar.

“Los niños a partir de los 4 o 5 años van contextualizando sus emociones pero entre los 5 y los 10 comienzan a localizarlas y a poder gestionarlas sin recurrir a la rabia, al enfado o a la frustración, es decir, que expresan lo que les pasa, piensan en ello, buscan la solución y actúan. Para ello, añadía, podrán utilizar dicha ruleta, así cuando ellos tengan un malestar emocional deberán utilizarla y ojalá que la usen en casa”.

Según destacaba Fernández, desde pequeños los niños saben identificar si se encuentran bien o mal aunque no saben decir lo que exactamente les pasa por ello es tan importante comenzar a trabajar las emociones desde edades muy tempranas.